Nuestro viaje comienza el domingo 20 de Mayo
Tras recoger la furgoneta, teníamos ante nosotros un problema de empaquetamiento,
Tras recoger la furgoneta, teníamos ante nosotros un problema de empaquetamiento,
¿Seríamos capaces de meter 8 bicicletas de montaña en la caja de la furgoneta?
Había serias dudas acerca de que pudiésemos resolver el problema, pero desde el momento en que Nacho tomó las riendas de la operación vimos que este era resoluble.
He aquí el problema resuelto
A la vista de cómo ha resuelto el problema no tengo la menor duda de que si hubiera querido le hubieran contratado en Ikea para diseñar el empaquetamiento de sus muebles
Vista la ocupación de la caja de la furgoneta se recordó a todos los participantes en el viaje que sólo se podían llevar equipaje de cabina.
Lunes día 21
Lunes día 21
Tras recoger a todos los participantes, a las 10 de la mañana emprendimos el viaje hacía la Alberca, comimos en Salamanca y fuimos hasta la estación de autobuses para recoger a Tito, el noveno pasajero. Casi sin darme cuenta me ha salido el título de una película "Alien, el octavo pasajero"
A las 5 de la tarde llegamos a la Alberca y tras dejar los equipajes en las habitaciones nos fuimos a recorrer el pueblo
Entre otros motivos, este viaje tenía el de recorrer los escenarios en los que Buñuel grabó su documental "Las Hurdes, Tierra sin pan" y como saben los que han visto el documental este comienza en el pueblo de la Alberca, mostrando la vida y costumbres de sus habitantes. Una de las imágenes más impactantes es la "capilla" dedicada a las ánimas benditas
Nuestro
compañero José Vitoria manifestó un gran interés por el tema
Imágenes del paseo por el pueblo
Martes día 22
El objetivo para este día era subir a la Peña de Francia y recorrer el parque natural de las Batuecas.
Tras el desayuno comenzamos la etapa y nuestra sorpresa fue comprobar que la bicicleta elécrica de isabel era una auténtica moto y digo esto porque la ascesión comenzaba desde la misma puerta del albergue en el que estábamos instalados y nada más dar la salida salió como alma que lleva el diablo de forma que se se pasó de la entrada de la pista y subió hasta lo alto del puerto del Portillo, menos mal que con nosostros iba Nacho y le mandamos en su busca para que deshiciera el camino.
Una vez todos juntos comenzamos a subir por una pista, que salvo un trozo bastante duro era llevadera y las vistas eran impresionantes
La pista terminaba en la carretera que sube a la Peña cuando faltan unos 6 Km para su cima, los dos primeros Km son los más duros hasta llegar al paso de los Lobos, después la subida suaviza, o eso parece, aunque yo más bien creo que el ver tan cerca la meta te hace parecer que la subida es más llevadera
El equipo al completo en la Peña de Francia
Las vistas que hay desde la cima son impresionantes, no hay un sólo accidente geográfico que te estobe.
En la subida habíamos pasado por un sitio que ponía "Cueva de los mosquitos" ,al pasar por el mismo sitio, en el descenso, parecía como si todos los mosquitos hubien salido a pasear, durante un km nos encontramos inmersos en una auténtica nube de mosquitos que se nos pegaban en todas las partes del cuerpo.
En la subida habíamos pasado por un sitio que ponía "Cueva de los mosquitos" ,al pasar por el mismo sitio, en el descenso, parecía como si todos los mosquitos hubien salido a pasear, durante un km nos encontramos inmersos en una auténtica nube de mosquitos que se nos pegaban en todas las partes del cuerpo.
Como es facil de imaginar, el descenso fue vertiginoso y aunque estaba previsto desviarnos por una pista y pasar por la zona de los Cávenes, mis compañeros pusieron la directa hasta el pueblo del Cabaco, donde nos esperaba la furgoneta con la comida. Fue una prueba evidente de que a todos ellos les había entrado "el efecto pesebre" bien conocido entre los corredores.
Terminada la comida cogimos la pista y nos fuimos hasta los Cávenes y de allí al pueblo de la Nava de Francia y desde aquí la Alberca, donde acabó nuestra primera etapa.
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Miercoles día 23
De nuevo, de salida nos encontramos con el puerto del Portillo, que esta vez si, había que subirlo entero y por ello dejamos a Isabel que se fuese sola
En el alto del mismo se unió Ana al grupo de ciclistas, el descenso del puerto es impresionante, en unos casi 10 Km descendimos casi 700 metros y ya casí en el final del descenso nos detuvimos en el monasterio de carmelitas de San José, en este monasterio se alojó el rey Alfonso XIII cuando recorrió las Hurdes
La carretera deiscurre en paralelo al rio Ladrillar que con las lluvias que han caido discurría con mucho cauce, lo msimo pasaba con todas las fuentes y regatos que cruzamos, asi mismo vimos bastantes piscinas naturales, pero la temperatura no acompañaba para darnos un baño
Como Nacho iba sobrado de fuerzas se adelantó y nos hizo estas artísticas fotos:
En este pueblo conocimos la forma de vida de los hurdanos de comienzos de siglo
Impresiona ver un pueblo prácticamente abandonado, había, escasamente media docena de casas arregladas, pero deshabitadas. Es muy deprimente ver como se ha dejado perder todo este patrimonio etnológico, las casa tradicionales están medio derruidas y sólo sirven como almacen de restos de obras y basurero, ya podría la Junta de Extremadura gastar un dinero en salvar este patrimonio y hacer un centro de interpretación de la vida en las Hurdes.
Como dato positivo hemos de señalar que las carreteras para recorrer estas alquerias están en perfecto estado
Después de descansar una rato, iniciamos el desdenso hacía las Mestas, y como se hacía la hora de comer excuso decir a qué velocidad bajó el personal, en 15 minutos estábamos en el restaurante tomándonos una cerveza.
Terminada la comida y tras un rato de sobremesa yo me animé y cogí la bicicleta para acercarme al meandro del Melero, el resto salvo Nacho, optó por acercarse en la furgoneta
El meandro, gracias al agua caida durante la primavera lucia en todo su explendor, el rio hace frontera entre Extremadura y Castilla León, es por ello que los castellanos se enfaden un poco cuando se habla de este rincón como una de las maravillas de las Hurdes.
Desde aquí y ya en furgoneta, salvo Nacho ¡otra vez!, nos desplazamos a Vegas de Coria donde teníamos el hotel.
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Juves día 24
Tal y como anuanciaba la previsión meteorológica el día amaneción bastante nublado y con serias amenazas de agua, Antonio que tenía mucha fe en los hombres del tiempo apareció en el desayuno vestido de calle y los demás de ciclistas, conseguimos convencerlo y tras el desayuno iniciamos la etapa, eso si, con orden al conductor de la furgoneta de que no se se separase mucho de nosotros por si empezaba a llover.
Cargados con ropa para la lluvia nos dirigimos a la Aceitunulla siguiendo el curso del rio Hurdano, poco antes de llegar al pueblo comenzó la lluvia. Ya en el pueblo nos pusimos a cubierto en espera de amainase un poco
En esta alqueria había un edificio que tenía toda la pinta de haber sido una escuela, le preguntamos al paisano si sabía cuando se había construido y nos dijo que el tenía 80 años y siempre la había visto construida, pero según le habían comentado, las había hecho "el abuelo del rey cuando estubo de visita en las Hurdes, que había hecho muchas, todas iguales". Para este señor, el rey era todavía Juan Carlos.
Como parecía que dejaba de llover decidimos continuar con el plan previsto que era el de bajar a Nuñomoral para continuar la marcha hacía la alqueria del Gasco remontando el rio Malvellido.
Pasado Nuñomoral la lluvía se intensificó y Berné y Jose Joaquín decidieron pararse para subierse a la furgoneta, se resguardaron bajo un arbol que resultó ser un cerezo que estaba cargado de cerezas y de esta manera la espera se les hizo más agradable, los demás continuamos nuestro viaje no sin algún incidente como el hecho de que Antonio no llevaba la ropa adecuada, pasadas las alqueriasde Martiladran y la Fragosa
Nos encontramos con los mendros del Malvellido y los bancales que grabó Buñuel, a pesar de la lluvía que caía en esos momentos no podíamos pasar de largo sin ver estas maravillas de la naturaleza
En el Gasco y a pesar de la luvía decidimos acercarnos al chorrón de la Miancera o Meancera (de las dos formas lo hemos visto escrito)
Con el día que nos había salido, decidimos que la subida al volcán del Gasco lo dejábamos para la proxíma vez que vengamos así que como sólo "lloviznaba" cogimos las bicis y nos dirgimos a Nuñomoral donde nos espareba la furgoneta para comer.
Después de comer y tomar café cogimos las bicicletas y nos fuimos hacía el hotel que teníamos en Vegas de Coria para secarnos y descansar.
La etapa prevista para este día era la de recorrer las Hurdes bajas, dejábamos la parte más cerrada de la comarca y nos dirigíamos a la zona que siempre había sido la más accesible y por lo tanto la más abierta cuyas principales localidades eran la de Caminomorisco y Pinofranqueado.
La mañana amaneció totalmente cubierto y con niebla, provistos con ropa para la lluvia comenzamos nuestro pedaleo, eso si, indicando Tito que no se alejase demasiado con la furgoneta por si acaso.
La salida de las Hurdes Altas hasta Caminomorisco fue bastante dura, hubo que vencer tres pequeños puertos, al terminar el primero de ellos comenzó a salir el sol y el día parecía que despejaba así que paré a ponerme crema de sol y la verdad que debía ser muy buena porque a los 5 minutos se nubló todo y comenzó a lloviznar.
Con la amenaza de la lluvia pasamos de largo por Cambroncino donde al pie de la carretera había una escuela totalmente igual a la que habíamos vito en la Aceitunilla
En Caminomorisco la carretera comenzó a ponerse un poco llana, habíamos dejado atrás las cuestas pero la tormenta nos perseguía así que seguimos camino de Pinofranqueado donde sólo nos detuvimos un momento para ver su piscina natural, ahora vacía
Perseguidos por la tormenta continuamos nuestro paticular contrareloj desechando todo tipo de visitas, pasamos junto al devio que indicaba el Chorrituelo a 11 km y lo ignoramos, sólo Ana y Tito (que iban en la furgoneta) pararon en una cooperativa de aceite que había en la Puebla de Zarzón y cargaron con aceite y jabones y cremas fabricados con aceite de oliva.
Cuando llegamos a Montehermoso, a los 5 minutos comenzó a diluviar y así estuvo más de una hora que tuvimos que pasarla en un bar a base de cerveza, morro y oreja de cerdo. Tras la comida nos montamos en la furgoneta y nos dirigimos a Cáceres.
Una vez instalados en el hotel y como Isabel no conocía la ciudad la llevamos a dar un paseo por la parte antigua.
Una vez instalados en el hotel y como Isabel no conocía la ciudad la llevamos a dar un paseo por la parte antigua.
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Sabado 26
Salimos de Cáceres por la antigua carretera de Salamanca que desde que se construyó la Autovia de la Ruta de la Plata ha quedado para el tráfico de las empresas del polígono industrial y al ser un sábado la circulación era escasa, pasado un centro de conservación de carreteras cogimos un camino a la izquierda y por una pista e perfecto estado y llana nos encaminamos hacía Malpartida.
Como ya llevábamos 4 días de marcha el pelotón se tomó el día con tranquilidad, eso ayudó a que Ana pudiese hacer todo el recorrido.
Al igual que nos había pasado en las Hurdes, el agua caida en la primavera tenía a la dehesa vestida con sus mejores galas
Al cruzar un arroyo hubo que meter un pie en el agua
Tras rodear el pueblo de Malpartida, entramos en el parque natural de los Barruecos y enseguida nos encontramos con una colonia de cigueñas
Dentro del museo no se pueden hacer fotos, de forma que todas las que tenemos son de las obras que están en el exterior
En el parque narural existen otras obras del artista
Tras la visita del museo nos dirigimos a la plaza mayor del pueblo para reponer fuerzas
Tras reponer fuerzas hicimos un gran esfuerzo en coger las bicicletas y dirigirnos a Cácerres para dar por teminada nuestra ruta por estas tierras
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